El amor no correspondido es una experiencia tan frecuente como devastadora.
El enamoramiento constituye para la mayoría de las personas uno de los estados más agradables y placenteros que se pueden experimentar. Te sientes pleno, ligero, invencible; de pronto, toda tu realidad se tiñe de rosa y parece no existir suceso capaz de bajarte de esa nube en la que vives. No obstante, en el polo opuesto de esta dulce y mágica experiencia nos encontramos con su contraparte más cruda y cruel: el amor no correspondido.
Este puede presentarse de formas muy diversas: amistades en las que uno de los dos comienza a sentir algo más, relaciones de pareja que terminan porque los sentimientos de uno de los miembros han cambiado. En cualquiera de sus vertientes, esta falta de correspondencia puede resultar devastadora. De forma evidente para el que ama, pero de una manera igualmente significativa para el que no es capaz de sentir lo mismo.
¿Por qué duele tanto el amor no correspondido?
Química
El primer punto a considerar para explicar este fenómeno lo encontramos en la química. En el proceso de enamoramiento se ven involucrados una serie de neurotransmisores, responsables de las sensaciones de euforia y plenitud que acompañan esta a experiencia.
Estar cerca de la persona amada produce en nosotros un intenso y agradable efecto, debido al cóctel neuroquímico que tiene lugar en nuestro cerebro. Cuando el amor no correspondido hace acto de presencia, nos vemos obligados a alejarnos súbitamente de dicha persona y el flujo de dopamina, serotonina y oxitocina se ve interrumpido.
De forma similar a lo que ocurre en las adicciones nuestro organismo acusa la falta de estas sustancias, sumiéndonos en un estado de ansiedad, tristeza y necesidad de reencontrarnos con la fuente de nuestro placer. Será necesario que transcurra un periodo de tiempo hasta que seamos capaces de normalizar nuestros niveles, sin embargo, cada vez que volvemos a ver a esta persona el circuito de placer se reactiva e interrumpimos el proceso de reajustarnos.
Heridas emocionales
Las experiencias de nuestra infancia no siempre resultan beneficiosas y perfectas. Las vivencias dolorosas de nuestros primeros años de vida se convierten en heridas emocionales sin sanar que influyen nuestro presente de una forma abrumadora.
Las relaciones de pareja y, especialmente las rupturas, son tremendos activadores de los mayores miedos que aún guardamos en nuestro interior. Es por ello que, en el amor no correspondido, no solo sentimos la pérdida presente sino que revivimos todas las lesiones pasadas.
Cuando la pareja se marcha volvemos a experimentar el abandono. Cuando la otra persona no nos corresponde, revivimos el rechazo, la humillación y la traición. Nos sentimos de nuevo indefensos, insuficientes, desesperanzados. La negativa del otro despierta nuestros demonios internos con renovada fuerza. De esta forma es sencillo comprender que el dolor no proviene únicamente de lo que está ocurriendo, si no de todo lo malo que nos ocurrió en el pasado y que no fuimos capaces de asimilar.
¿Cómo afrontar el amor no correspondido?
No te quedes a vivir en la incertidumbre. Por respeto y consideración contigo mismo, no permitas que la ambigüedad se instale en tu vida. Si tienes sentimientos por alguien, comunícaselo. En caso de no ser correspondido podrás elaborar el dolor y continuar adelante. Igualmente, no toleres que la otra persona te coloque en una espera infinita mientras decide sus sentimientos hacia ti. Mereces claridad y debes proporcionártela.
Si te encuentras en una situación de amor no correspondido, corta el contacto con la otra persona durante un tiempo. Esta es la forma en que permites a tu cerebro comenzar a reajustarse químicamente sin su presencia. Cada vez que la llames, la veas o mires sus fotos estarás entorpeciendo el proceso natural de superación.
Sana tus heridas emocionales. Gran parte del dolor que sientes no es causado por el otro sino por un pasado sin resolver: afróntalo y trabájalo para que deje de dañarte.
Trabaja tu autoestima, empodérate, ocúpate de ti. Ámate tanto que no necesites a ninguna persona para ser feliz. Ten una vida tan plena y una relación tan satisfactoria contigo mismo que cuando decidas incluir a alguien en la ecuación sea porque es alguien extraordinario, y no por necesidad.
Recuerda que el amor no correspondido no dice nada negativo sobre tu persona. La atracción y el amor fluctúan por muy diversos motivos y el fin de una relación en absoluto implica el fin de tu valía personal.
留言